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viernes, 27 de enero de 2012

Eu non estiven alí

Artigo de Pedro Gómez-Valadés, amigo e compañeiro en AGAI
.
Un ano máis xurde entre a friaxe do calendario invernal un novo 27 de xaneiro. Un 27 que ate hai pouco máis de medio século era só a véspera do 28, como moito un modesto Santo Tomé de Aquino no calendario santoral católico ou simplemente, o vixesimoséptimo día do ano no calendario gregoriano. Mais todo iso mudou de xeito brutal e para sempre un 27 de xaneiro de 1945. Ese día, unidades da División número 100 do Exército Roxo, baixo o mando do xeneral Krasávina, entraron en Auschwitz-Birkenau e liberaron aos 2.819 prisioneiros que despois de 5 anos de masacre ficaban con vida. 2.819 testemuñas da infamia, 2.819 testemuñas do horror inexplicábel que asolou o corazón da vella e culta Europa, a nosa Europa, e que converteu para sempre a un vello e frío cuartel do Exército polaco no monumento funerario perenne de máis de millón e medio de seres humanos que desde aqueles días fican soterrados para sempre e como única tumba, no ceo. Tamén no noso ceo. No aire que serviulles como cadaleito despois de que o delirio xenocida os transformase nas cámaras de gas e nos fornos crematorios en parte do aire que agora e por sempre respiramos e respiraremos.
Igual que ese aire incoloro pero gris, acompañará por sempre a vida na Terra, a lembranza, o non esquecemento, a loita contra o devastador ruído do tempo que todo cala e silencia, ese aire, testemuño vital da morte, debe lembrarnos sempre, con cada bocanada que recollemos e expulsamos, que millóns de persoas morreron, foron asasinadas de xeito planificado e industrial durante esa longa noite de pedra que sacudiu as entrañas das Europas na metade do século pasado.
A pesar da distancia na terra e nos tempos. A pesar dos anos trascorridos, a pesar da lonxanía aparente da xeografía da barbarie nazi e da nosa terra finisterraica galega, hai centos de galegas e galegos que xa non están aquí mais que foron e serán por sempre irmáns de sangue dos millóns de xudeus asasinados.
Xosé Fernández Vázquez, o comandante Soutomaior, quen na súa fuxida do fascismo vitorioso en España, padeceu a prisión e a tortura en Auschwitz-Birkenau.
Marceliño Pardal Pouso, o derradeiro supervivente galego, deportado no campo de Mauthausen, e quen faleceu o 19 de abril de 2009.
As irmás Touza, Xulia, Lola e Amparo de Ribadavia que arriscaron a súa vida no máis fermoso xesto de salvar as de centos de xudeus e refuxiados que fuxindo da Europa ocupada e en guerra chegaban a través da rede humanitaria de salvamento que outro galego exemplar, o doutor vigués Eduardo Martínez Alonso, teceu desde os Pirineos ate a fronteira portuguesa e logo desde alí á liberdade e á vida.
E coma pequena homenaxe permitídeme mencionar só a catro galegos, catro. En representación dos centos mortos nos campos de exterminio nazis. O vigués Agustín Cameselle Fernández, morto no campo de Gusen. O ourensán Manuel Soutullo Iglesias, morto en Mauthausen. O lucense de Viveiro, Manuel Lamelas, morto en Mauthausen. O coruñés Xosé Albedro Vilaverde, morto en Mauthausen.
O ano 2005 Nacións Unidas con moitas décadas de retraso decidiu que desde aquela, todos os 27 de xaneiro serían enmarcados baixo o lema de "Recordemos hoxe e por sempre", na memoria pedagóxica para as xeneracións presentes e futuras do que nunca deberán esquecer. Porque nunca debe volver a suceder. Nunca debeu de suceder.
Eu non estiven alí. Ti, caro lector, tampouco. Mais non debemos ser cómplices por esquecemento ou omisión dun crime brutal que nunca con certeza conseguiremos entender na súa enorme dimensión. Eu non estiven alí. Mais precisamente por iso, eu non esquecerei xamais.

sábado, 3 de diciembre de 2011

Israel, te llevo en mi corazón




Miguel Boó *

La educación lo es todo. Hace unos meses un catedrático de Arte y una licenciada en Historia –ambos docentes- me dejaron perplejo. El primero sostenía en sus clases la existencia de Palestina como algo vagamente contemporáneo de los imperios asirio y persa. La segunda, una mujer profundamente católica, discurseaba en una tertulia de café –sospecho que en sus clases no privará a sus alumnos de su equivocado magisterio- convencida de que Jesucristo, la virgen María y los apóstoles eran palestinos y, por tanto, ancestros de los actuales herederos del egipcio Yasser Arafat. Naturalmente, no sirvió de nada decirle al primero que por favor me pusiera al corriente de cuales habían sido los emperadores, reyes o dirigentes de esa Palestina que él había descubierto y cuyo conocimiento se nos había vedado al resto de los mortales. Le interrogué, sin éxito, sobre cuáles fueron sus profetas, sus dioses –puesto que religiones monoteístas sólo existía la judía-, sus ciudades. Le pedí que me dijera en que época o épocas de la historia existió como pueblo o como cultura. Le inquirí acerca de qué capital o capitales había tenido su imaginaria Palestina, qué idioma hablaban sus habitantes, qué guerras y conquistas había protagonizado y, finalmente, qué contribuciones al arte antiguo había que reconocerles. Tampoco hizo efecto en la segunda profesora mi observación de que Jesús, su madre y sus discípulos no eran palestinos ni cristianos, sino judíos mondos y lirondos, que toda su vida hablaron hebreo y arameo, que fueron a la sinagoga, y que observaron todos los ritos y festividades de la religión de Moisés. No importó siquiera sacar a colación que los palestinos actuales se reputan de musulmanes y que el Islam apareciera –no con Ismael, como ella pretendía- siglos después del cristianismo y, por tanto, miles de años después del judaísmo. De igual modo, no le convenció que en La Biblia –el libro sagrado de su propia religión- no aparezca citada Palestina ni una sola vez, puesto que prefería fiarse de unos mapas “de la época” que aparecen en las versiones católicas, sin admitir que la época que refiere esa cartografía es posterior a Jesucristo en casi 80 años.

Y entonces me ratifiqué, una vez más, en que no es que nos hayan estado engañando en los últimos 60 años acerca de las causas y consecuencias del nacimiento del Estado de Israel, es que se han puesto a la tarea de reescribir la historia de, y desde, hace siglos. Y si para ello, los promotores de este fraude histórico, cuentan con tontos útiles como los que acabo de describir, entonces es que la educación de la juventud está irremediablemente contaminada y poco se puede hacer para aplicar un antídoto que contrarreste los efectos de esta plaga. Por eso digo que la educación lo es todo. Y por eso quienes quieren que sus ideas se impongan en la sociedad de forma nada traumática, utilizan la educación, se cuelan en las aulas, copan las asignaturas que luego forjarán el pensamiento de la gente y, más aún, preparan y adiestran a los formadores y a los formadores de los formadores. Por eso es tan difícil encontrar a quien, además de explicar las cosas desde la ideología del pensamiento único que nos invade, sea capaz de exponer de modo imparcial las premisas opuestas. Y por eso, los alumnos, carentes del espíritu crítico que no les han querido transmitir sus preceptores, acaban aborregándose.

Suelo decir a mis contertulios que si yo hubiera leído, escuchado y visto los mismos mensajes que ellos han recibido por medios escritos y audiovisuales, seguramente tendría el mismo criterio que ellos –o uno muy aproximado- sobre, por ejemplo, el conflicto de Oriente Próximo. De igual manera que si hubiese nacido en Camboya no experimentaría arcadas –como sin duda me ocurriría si lo intentara- para ingerir gusanos cucarachas o ratas. Y, viceversa. Si ellos –les digo- hubieran leído periódicos de 1948 comprobarían que entonces nadie sabía quienes eran los palestinos, salvo si con ello había que referirse a los antiguos propietarios del Bank of Palestine, el The Palestiniam Post, la Compañía de Frutas de Palestina o la Universidad de Palestina, entidades todas ellas creadas y regentadas por judíos que habitaban en la Tierra de Israel, renombrada como Palestina por los romanos en el siglo I d. C. Si ellos se hubieran molestado en contrastar la información unidireccional que recibieron de la guerra en Gaza, de la insultantemente llamada flotilla de la libertad o de cómo se crearon falsos mártires tal que el icono Al Durrah aquél padre acurrucado junto a su hijo tras un parapeto –en medio de un fuego cruzado, en el que balas palestinas y no judías, acabaron presuntamente con la vida del niño-, habrían llegado a conclusiones bien distintas, como son las mías. En fin, si se hubieran molestado tan solo un poco, sabrían que no es cierto que hubo una vez unos malvados judíos que llegaron a un estado llamado Palestina y les robaron las tierras a sus habitantes.

Por eso debo decir que para mi Israel es una realidad que permanece levitando en un espacio y en una dimensión a la que no se tiene acceso si no pones algo de tu parte, y si te crees todo lo que te dicen. Porque Israel es el país que mayores odio despierta entre mis vecinos. Y siento que debo hacer algo para convencerles de que lo suyo es un sentimiento irracional. Debo intervenir porque me siento deudor moral de un país épico –de Masada no nos olvidaremos-, nacido de un pueblo que tantos y tan buenos regalos ha hecho a la humanidad. Los judíos nos trajeron la libertad porque vencieron a la esclavitud; nos trajeron el futuro frente a unas sociedades inmersas en un círculo vicioso que excluía el progreso; nos regalaron el valor de la vida y nos legaron la ética.

Por supuesto que los israelíes y los judíos tienen muchos defectos y, por descontado, que no han sabido contrarrestar la propaganda que contra ellos se ha instalado en Europa. Naturalmente que no siempre tienen razón. La cagan como todos. Y aún así, Israel es, para mí, el único país del mundo que puede evitar una nueva Shoah; uno de los pocos, tal vez el único, en el que el ejército es el pueblo y el pueblo le ha dado esa supremacía moral que lo hace admirable; la nación que habla cien idiomas, que mezcla la música klezmer con el lamento del shofar, que valora la vida de uno de los suyos en mil de la de los otros. Ya lo dije a mi vuelta del primer viaje de AGAI: Israel es, para mí, el país que ama la vida. Y aunque solo fuera por eso –que no–, y porque, además, debo de tener algo de judío, lo llevo en mi corazón.
*Texto incluído no libro colectivo editado pola Asociación Galega de Amizade con Israel - A.G.A.I. " Que representa Israel para min " (2011)


http://quintoaniversario.blogspot.com/

martes, 26 de abril de 2011

Texto do Manifesto: "Pola Paz contra o Boicot a Israel"


Os abaixo asinantes, cidadáns vascos, cataláns e galegos, que defendemos o dereito de autodeterminación dos nosos respectivos pobos, mediante este escrito, queremos amosar a nosa oposición á campaña que sob o nome BDS (Boicot, Desinversión e Sancións), promove accións de todo tipo contra produtos, actividades ou profesionais provintes de Israel en ámbitos económicos, académicos, culturais ou deportivos.

Consideramos que esta campaña, que pretende ser un instrumento de presión sobre o goberno israelí para que mude a súa política respecto dos territorios palestinos, non favorece en nada ao devandito fin, e pola contra cremos que por medio da mesma, estanse a cometer actos discriminatorios contra cidadáns israelís que reavivan o odio contra os xudeus en xeral.

Cremos que a creación dun Estado palestino viábel, (prevista na resolución das Nacións Unidas de 1947 dividindo a Palestina británica en dous estados un xudeu e outro árabe), pode ser a solución ao conflito se comporta o recoñecemento de Israel por parte dos estados árabes. Mais para iso consideramos que son o diálogo e a negociación os instrumentos que debemos promover entre as partes implicadas.

Parécennos lexítimas as críticas ás autoridades de Israel, pero non a invocación da súa destrución como “solución final” ao conflito, e menos cando se obvia que é un estado democrático, para dar curso á infame equiparación co réxime de Apartheid da antiga Sudáfrica. Israel, a pesar dos defectos que se lle poidan reprochar, foi unha referencia para os pobos que aspiran á súa soberanía, especialmente así foi no caso catalán. O feito de que Pau Casals, o catalán máis universal sexa á vez cidadán de honra de Israel así o proba. Ou tamén o recente libro sobre Jordi Pujol e os xudeus. Por iso criticamos a quen en nome da liberdade dos nosos respectivos pobos se solidaricen en exclusiva coa causa palestina e negan a Israel o dereito a unha existencia en paz como fogar nacional do pobo xudeu.

Así mesmo, parécenos unha irresponsabilidade que baixo o argumento da solidariedade se pretenda importar ás nosas sociedades un conflito externo e se interiorice a estigmatización dos cidadáns israelís e xudeus en xeral que conviven nas nosas sociedades. As accións de boicot á cultura e á economía israelí e a discriminación contra persoas desta orixe nacional, son condutas racistas e delitivas que estanse a tolerar impunemente nas nosas sociedades. Como cidadáns que aspiramos á soberanía das nosas respectivas nacións non podemos admitir o racismo antixudeu que subxace nestas campañas de boicot, e nin moito menos que contamine o futuro modelo de sociedade que desexamos para os nosos pobos onde deberemos poder vivir en liberdade todas as persoas sexa cal for a súa procedencia nacional.

Asinan este texto desde Euskal Herria, Catalunya e Galiza:


Jon Inarritu,
xurista
Xabier Kintana Membro da Real Academia de la Lengua vasca 

Jurgi Kintana, historiador

Mikel Itoiz,
enxeñeiro

Iñaki Akerreta
, periodista

Filipe Duluc, l
ingüista. Ex-presidente do PNV de Iparralde, actualmente en EA.

Iñaki Anasagast
i, senador

Toni Florido
, President de ACAI,

Mila Miró,
Secretaria de ACAI

Ignasi Carnicer
, ex-deputado de PSC

Jordi Argelaguet
, director do CEO

Jaume Renyer,
profesor URV.

Alfons López Tena,
deputado de Solidaritat

Jaume Nogueroles,
vogal de ACAI

Pilar Rahola,
periodista

Josep-Lluis Carod-Rovira,
politico e escritor

Xoán Bernárdez Vilar
, membro da Real Academia Galega

Carlos Penela.
escritor

Natalia Costas Alonso
avogada e membra da Executiva Comarcal do BNG en Vigo

Constantino Lago
sindicalista -CIG

Manuel Feáns.
Profesor. Ex concelleiro do BNG

Paco Lores Santacecilia
, sindicalista - CIG

Cesar Pazos,
técnico de marketing. Membro do Padroado da Fundación Enclave

Miguel Barros
, escritor, ex deputado PSG

Pedro Gómez-Valadés
, Presidente AGAI

.

Maribel Ferreiro, filóloga e librera

Xavier González Carreira, avogado e militante do BNG

Carlos Galansky Koper, veterinario e doutor en Ciencias del Mar

Manuel S.Pérez Millos, membro de AGAI

Carlos Teixeira Rivas, administrativo

Pablo Veiga, traballador social administración local

Juanjo Gabiña, enxeñeiro

Carlos Roldán Larreta, historiador e escritor

Xoán Xesús Rozas, membro da Executiva del Partido Galeguista

Maria del Carmen Cousillas, socia de AGAI

Judith Cohen, música e profesora en York University, Toronto (Canadá)

Pedro Moura, axente de seguros, Porto

Xosé Carlos Morell González

Xoán Salgado, profesor.

Manoel Bello Salvado, concelleiro e membro do Consello Nacional do BNG

Xosé Miguel Alonso Boó, xornalista, escritor e secretario de AGAI

Para máis información:

Blog: http://contraboicotaisrael.blogspot.com/

Facebook: https://www.facebook.com/galeuscatisrael

sábado, 17 de enero de 2009

Con Israel, a lei do funil

Foto tirada no que fora despacho de Yasser Arafat durante o golpe de man de Hamas contra Al Fatáh na Faixa de Gaza.


Ninguén cun mínimo de humanidade pode manterse indiferente diante da morte de inocentes, menos ainda se son nenos que exhiben pola TV á hora de xantar. Si non saes pola tele, non existes. Por iso paréceme moi inxusto que das 200 guerras que hai no mundo, mediáticamente só interese unha. E dese conflito que tanto interesa, por riba das masacres de kurdos, tibetanos, chechenos, tamiles, saharauis, tutsis ou sudaneses, chámanme poderosamente a atención dous aspectos. Un, que acapara máis cota presencial nos medios que todos os demáis conflitos xuntos, por moitos centos de milleiros de mortos que neles se rexistren. E dous, que unha das partes en disputa –os palestinos– lévase toda a solidariedade da opinión pública (ou alomenos da publicada) deste país, pero só cando morren en enfrontamentos cos israelíes. E, senón, que alguén amose os ríos de tinta, os minutados televisivos, as manifestacións multitudinarias, as acusacións de xenocidio, as denuncias do uso desproporcionado da forza, as resolucións da ONU… de cando os palestinos foron masacrados por palestinos, por árabes e/ou por islamistas. Hamás gañou unhas eleccións con tantos partidos en liza e garantías democráticas e de sufraxio universal como cando Franco mandaba por aquí, pero tanto ten; Occidente dixo que amén e punto. Tamén Hitler gañou as eleccións e o dictador de Ferrol fartouse con resultados de máis do 100% ao seu favor. Hamás deu un golpe de Estado, un detalle moi feo polo que en calquera pais civilizado tes que responder. Pero eles expulsaron ao único outro partido existente e masacraron, segundo o informe de Amnistia Internacional, a máis de 300 irmáns palestinos, incluidos mulleres e nenos. Isto foi antesdonte, pero non lin ningún artigo chamándoos parri-xenocidas. No verán de 2007, o exército libanés empregouse de forma desproporcionada contra o campamento que administraba Fatah-Al Islam en Nah al Bared, preto de Trípoli e bombardeou durante semanas aos seus 10.000 refuxiados palestinos. Ninguén esixiu un stop ao xenocidio, nin treguas, nin reunións da ONU.Quen me pode aportar artigos de opinión ou campañas mundiais condenando por xenocida ao rei Hussein de Xordania que en setembro de 1970 masacrou a entre 10.000 e 15.000 palestinos, segundo datos da nada sospeitosa UNWRA? Por certo que Arafat creou logo o grupo terrorista Setembro Negro para vingarse... ¡dos xudíos!. Ninguén condenou ao monarca, pero en 38 anos ben puido alguén xulgar e condenar ao xenocida, non? Así e todo, agora o importante é a paz canto antes.

Xornal de Galicia - 19.01.09


domingo, 11 de enero de 2009

Non ao pensamento único sobre Gaza


Ninguén pode defender a Israel baseándose no que lemos e vemos. Os que o facemos, contrastamos a propaganda que nos chega ou viaxamos alí. Así desenmascaramos as burdas mentiras de “Paliwood” e o seu culto á morte (http://es.youtube.com/watch?v=wp6tTtuOhoI). Quen queira fuxir do pensamento único que padecemos, chegará a saber que Hamás é responsable do drama de Gaza, e que sacrifica á súa propia xente (http://www.youtube.com/watch?v=eTGbP55HGi8)
só para rendibilizar o seu sangue. Calquera pode saber que os israelis telefonaron 100.000 veces antes de atacar, e ata a cidadá española María Velasco, que o confirmou, dixo na CNN que estaba atrapada en Gaza porque a “resistencia” empezou a disparar misís contra Israel cando se enterou que os estranxeiros saían da Faixa, evitando así a fuxida deses valiosos escudos humáns. Contou que tiña víveres, luz, internet… Calquera pode saber tamén que en 20 anos Europa deulle a Palestina máis cartos co plan Marshall a toda Europa, trala II Guerra Mundial, e que con parte desa esmola o Hamás puido guindar 6.000 foguetes sobre Israel dende a retirada dos xudeos de Gaza en 2005 (http://www.youtube.com/IsraelMFA). Calquera pode saber que Hamas non representa a causa palestina da bandeira cuatricor. Estes días, na TV, nas fotos, nos cadaleitos, as bandeiras eran as verdes da teocracia. Calquera pode comprobar, en fin, que os medios enferman cando hai xudeos polo medio. Lembro que case ningún dos analistas que satanizan a Israel dixo pío cando a OTAN matou 2.500 civís serbios en 38.000 misións realizadas con 1.000 avións, emprego de milleiros de bombas racimo e de 15 Tm.de uranio empobrecido. Agora ven xenocidio e desproporción. Da noxo.
Xornal de Galicia - 11.01.09

viernes, 9 de enero de 2009

Un artigo de Luis I.Gómez

NOTA:
O seguinte artigo andivo estes días rulando por internet, onde falsamente se lle atribuiu a autoría de Rosa Díez. O certo é que o seu autor é o astur-leonés, Luis I. Gómez quen dende a súa marcha a Alemaña, mantén unha interesante web chamada www.desdeelexilio.com

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La respuesta de Israel no es desproporcionada
Por Luis I. Gómez
No entiendo el tinte filoterrorista de quienes se manifiestan sin pudor en defensa de Hamas. No entiendo la pose (muchas veces inconsciente) antisemita de quienes se manifiestan en contra de Israel. No entiendo a quienes se quejan de lo complejo de la situación en Oriente Próximo y justifican en esa supuesta complejidad su incapacidad para formarse una opinión. No es tan difícil entender lo que está ocurriendo en Gaza. Y no es en absoluto difícil dilucidar quién es el verdadero agresor en esta guerra.

El sentido común debería permitirnos a todos ver con claridad lo evidente: si Hamas en los últimos ocho años no hubiese lanzado día sí y día también misiles sobre Israel, si no hubiese introducido de contrabando contínuamente armas desde Irán, Rusia y China, si no hubiesen desarrollado las tecnologías de sus “cohetes caseros” para hacerlos cada vez más efectivos, más destructivos, de mayor alcance, amenazando así una región de Israel en la que viven un millón de israelíes, si todo eso no hubiese ocurrido, Israel no hubiese tenido la necesidad de defenderse de nada..

Por ello tampoco entiendo el ejercicio de calculada equidistancia pseudo-moral de quienes, en un equilibrismo esperpéntico tachan a Hamas de irresponsable y condenan la acción militar de Israel. Después de todo ya sabemos que, digan lo que digan, Israel es el “malo” de la película. ¿No han sido los dos bandos responsables de la ruptura del alto al fuego? ¿No son los israelíes mucho más fuertes militarmente? Qué ocurre con la ocupación? ¿No es la reacción de Israel totalmente desproporcionada?

El “alto al fuego” proclamado el pasado mes de Junio de 2008, el mismo que Hamas apenas respetó un día, encontró en Israel, durante meses, a un escrupuloso y paciente cumplidor en todos sus términos. Una paciencia que, casi con toda seguridad, no hubiésemos encontrado en ningún otro país del mundo (bueno, tal vez el nuestro, en manos de unos pusilánimes cobardes; pero eso no es paciencia, es rendición)). Cuando una de las partes (Hamas) rompe el alto al fuego, no se puede hacer responsable a la otra parte por sentirse engañada y liberada del contrato ya roto. Y, sin embargo, Israel no movió un dedo hasta el pasado 19 de diciembre. Siete meses.

¿Y por qué rompió Hamas el alto al fuego? ¿Contra quién o contra qué lucha Hamas? Israel se retiró en 2005 completamente de Gaza, evacuó a todos los colonos. No hay ocupación israelí en Gaza desde entonces. Tampoco tienen los israelíes la culpa de la miserable situación en la que viven los palestinos, pero sí Hamas, sus dirigentes, quienes de forma totalmente premeditada se han dedicado a dilapidar la inmensa ayuda internacional en la adquisición de armas, el tráfico de armas y el desarrollo de armas. No en sanidad. No en infraestructuras. No en educación. Y, a pesar de ello, probablemente víctima de una especie de síndrome de estocolmo, la población de Gaza sigue dándoles su apoyo. Más probablemente, la razón de esa obstinación suicida de la que hacen gala buena parte de los habitantes de Gaza se deba a la - y en esto tampoco es culpable Israel- miseria educativa que impera en los territorios palestinos.

¿Contra qué o contra quién lucha entonces Hamas? ¿Qué pretenden? ¿Cuáles son sus metas? ¿Qué le reprocha a Israel? ¿Realmente nos resulta tan complicado comprender que de lo único que se trata es de matar israelíes - judíos, vaya- independientemente de lo que éstos hagan o dejen de hacer?

Y siempre termina saliendo a colación el reproche de la reacción desproporcionada. Ya han muerto durante la operación “Cast Lead” más palestinos que israelíes a manos de los cohetes de Hamas. En un brillantísimo artículo para el Jerusalem Post (31. diciembre 2008), Dore Gold, ex-embajador de Israel en la Naciones Unidas, destroza el argumento de la desporporcionalidad. Proporcionalidad no significa, en términos de Derecho Internacional, que la parte atacada deba defenderse con los mismos medios que usa el atacante. “Según el Derecho Internacional, Israel no está obligado a usar exactamente la misma potencia de fuego que sus atacantes. Israel no está obligada a fabricar misiles Quassam y dispararlos sobre Gaza”. El atacado está en su derecho de abortar la agresión con todos los medios de que disponga y sean necesarios para ello. No puede colocar en su punto de mira a civiles, y justamente eso es lo que, subraya Gold, está haciendo Israel. Se bombardean y atacan los edificios de Hamas - cuarteles, campos de entrenamiento, túneles para el contrabando de armas-. Las zonas residenciales no son en ningún caso el objetivo de los ataques de Israel.

Pero si Hamas, de forma premeditada, sitúa esos edificios y construcciones en zonas habitadas por civiles, para así poder utilizar a éstos como escudos humanos, si los líderes de Hamas, cobardes, se esconden al amparo de los hospitales, confiando en los escrúpulos de los israelíes (esos escrúpulos de los que ellos carecen por completo cuando lanzan misiles sobre escuelas y guarderías), entonces es Hamas quien está decididamente violando la Convención de Ginebra en su artículo58 a-c, según el cual las partes en conflicto están obligadas a mantener alejada a la población civil de las instalaciones militares, están obligadas a construir estas lejos de núcleos poblados por civiles y a adoptar todo tipo de medidas para la protección del personal no militar. Nada de esto ha hecho Hamas, sino justamente lo contrario. Se esconde en zonas residenciales, protegidos por las sonrisas de los niños palestinos. Carne de cañón.

Y sólo así podemos explicar las diferencias en el número de muertos civiles. Mientras Israel hace todo lo posible por proteger a sus civiles, construyendo búnqueres una red de sistemas de alarma civil, lo que a Hamas realmente le interesa es justamente lo contrario: un elevado número de mártires con suficiente capacidad mediática. Ellos no quieren proteger a sus niños, prefieren mostrarlos muertos ante las cámaras de televisión. Qué motivación puede tener entonces quien reprocha a Israel esas cifras y esas imágenes?

Y es llegados a este punto donde se debe pasar a la ofensiva. A todo aquel que me diga que, efectivamente, basta con mirar las cifras de bajas civiles para darse cuenta de lo desproporcionado de la respuesta de Israel, le responderé con una pregunta: ¿cuántos judíos cree usted que deben morir mañana para recuperar la proporcionalidad perdida? ¿Quinientos? ¿Un millón? ¿Mejor, todos?

sábado, 3 de enero de 2009

Hamás, asasina de palestinos

Outra volta aos medios de comunicación –ese que según o mito están controlados polos xudeos– veñen de demonizar a Israel por defenderse de Hamás, ises terroristas salvaxes, que non dubidan en usar aos seus civís, como escudos humanos. Tan responsable é Hamás do que pasa en Gaza –territorio non ocupado dende hai 3 anos; ergo o argumento da ocupación non vale– que ata o presidente palestino e o ministro de exteriores de Exipto así o proclamaron. Pero os opinadores dos medios só teñen ollos para analizar os resultados e non as causas. E entre estas cómpre salientar que Hamás non loita por un estado palestino democrático, e menos socialista. Hamás persegue, por mandato de Alá, a desaparición de Israel –o dí a súa Carta Fundacional, nunca enmendada– e a creación dun ente teocrático. E por iso, e porque sabe que ten rendida aos seus pés a unha narcotizada opinión pública occidental, se permitiu asesinar a máis palestinos de Al Fatah dos que teñen morto estes días polo fogo israelí. Hamás sabe que ninguén llelo botará en cara nin lembrará que Xordania matou a máis de 10.000 palestinos e naide chamou xenocida a Hassan II. Con todo, non serei eu quen aprobe algún tipo de violencia, nin que a celebre na rúa, con rebumbio e reparto de lambetadas, como fan os palestinos cando asesinan a xudeos en buses ou discotecas. Ao contrario, asquéome coa proposta de Balbino P. Bellas de solucionar o conflito guindando dende Irán unha bomba atómica sobre Israel, algo moi celebrado na asemblea do BNG Vigo onde se plantexou.

Publicado en Xoranl de Galicia . 04.01.09

viernes, 2 de enero de 2009

Enmendando a Murado







A resposta de Murado


Desmontando mitos del conflicto palestino


Me disculparán los columnistas Xosé Luís Barreiro Rivas y Miguel Anxo Murado que en nada esté de acuerdo con sus artículos aparecidos los pasados 29 y 30 de diciembre, en relación con el conflicto bélico de Gaza, y que considere que sus opiniones están basadas en informaciones o hechos que no se ajustan a la verdad. Dicho esto, lamento enormemente la muerte de civiles, no como ocurre al contrario con el asesinato de israelíes en autobuses o mercados, asesinatos que son celebrados con jolgorio callejero y reparto de golosinas por la población palestina.

De entrada, me parece desproporcionado que un profesor de universidad y ex presidente de la Xunta califique alegremente de genocidio a lo que no lo es. De hecho si aceptáramos su boutade como válida, el señor Barreiro debería ser condenado a escribir 100 veces en la pizarra que, por ejemplo, el rey Hussein de Jordania fue tambien un genocida de los palestinos (a los que, por lo que se ve se puede exterminar totalmente como pueblo cada dos por tres) durante aquel septiembre negro en el que el ejército jordano mató entre 10.000 y 15.000 seguidores de Arafat. Claro que si los victimarios hubieran sido soldados israelíes, para el señor Barreiro se habría producido una matanza, masacre, genocidio o incluso holocausto). Por supuesto, sirios, libaneses y otros hermanos de sangre también han eliminado a más palestinos que los demonizados israelíes, pero eso carece de importancia. Tampoco importan los enfrentamientos entre palestinos aunque arrojaran un número de víctimas similar al que estos días se está produciendo en la Franja de Gaza, un territorio, no lo olvidemos, que no está bajo ocupación israelí desde hace tres años.

En segundo lugar, que el profesor Barreiro otorgue carta de naturaleza a los casi doscientos países existentes en el mundo y solo le niegue su derecho a existir a uno, con los argumentos que utiliza, se me antoja una postura antisemita, judeófoba y antisionista. Tres en uno. Obviamente está en su derecho, pero nadie podrá negarme que algo de discriminación sí que hay en el propósito del columnista cuando niega a los judíos un trozo de tierra otorgado por el derecho internacional, una extensión tan imperialista que cabe 500 veces en la veintena de países musulmanes que le rodean, a los que sí les otorga el derecho a existir aun tratándose de estados recién nacidos de la nada (como Jordania) y pasando por alto aspectos tan criticables como que son teocracias fundamentalistas, satrapías o dictaduras donde las mujeres son menos que los animales, a los homosexuales los ahorcan y las libertades no existen ¡salvo que esos musulmanes vivan en Israel, donde lejos de tener derechos limitados como aduce Murado, cuentan con sus propios partidos, periódicos, jueces, diputados! ¿Pueden decirme los señores Barreiro y Murado si en Jordania, Siria, Cisjordania, Irán les es permitido a los judíos ser ministros, parlamentarios o incluso celebrar sus oficios religiosos?

En cuanto al manido argumento de la crisis humanitaria, la hambruna, la miseria, los campos de refugiados que no son campos, la falta de luz porque los propios terroristas de Hamas sabotean sus centrales… un poquito de seriedad. Para empezar, ¿por qué se culpa a Isrtael de un bloqueo que podría resolverse si sus hermanos egipcios les abriesen la fronteras? Y para seguir: ya le gustaría a Zambia, Haití, Angola, Guatemala y docenas de países más, tener hospitales, carreteras, teléfonos móviles, cibercafés, universidades, coches y viviendas como las que, aún aceptando su lamentable situación, tienen en Gaza.

Si no han tenido ocasión de viajar allí échenle un vistazo a este video
http://es.youtube.com/watch?v=AmBmpo3Nnuo. Aunque uno ya está acostumbrado a que sólo se acepten los videos, las fotos y las versiones de una sola de la partes.

Y finalmente, en cuanto a los refugiados, que tanto preocupan al señor Murado (nada le importan sin embargo los judíos que fueron expulsados en número similar de los países árabes en los que vivían en 1948), un par de apreciaciones: una, los palestinos son los únicos refugiados de todo el siglo XX que siguen siendo mantenidos por la comunidad internacional; y dos, tras la II Guerra Mundial 12,5 millones de alemanes fueron expulsados con lo puesto, de Polonia y Checoeslovaquia; tras la partición de India y Pakistán en 1947, 6 millones de musulmanes y 8 millones de hindúes huyeron en sentido contrario y no hubo una UNRWA para ellos como la hay en exclusiva para los palestinos, una población condenada a muerte por sus propios dirigentes, señaladamente Hamas, organización terrorista que en sus estatutos no prevé la creación de un estado palestino y si la eliminación total de Israel. Por no hablar de otros casos de refugiados como los de Finlandia respecto a la Unión Soviética o Turquia en relación con Bulgaria.

Y para terminar, en mi opinión ningún pais civilizado permitiría que sus vecinos les atacaran todos los días de su vida desde hace 8 años con misiles ni fabriles ni caseros. Si Marruecos disparara todos los días decenas o centenares de quassam sobre Algeciras, España respondería a la agresión. Y no digamos el Reino Unido –los inventores de la demolición de casas de terroristas- si el IRA bombardeara Irlanda del Norte. En definitiva, el conflicto entre israelíes y árabes no es una historia de buenos y malos escrita en blanco y negro como proponen los señores Barreiro y Murado. No, en mi opinión.
Día 29, Xosé Luis Barreiro:
Día 30, Miguel Anxo Murado:

***
Polo seu interese reproduzo, a continuación, unha carta ao director de La Voz de Galicia, no que se lle enmendaba a plana ao señor Murado, a resposta "desproporcionada" deste, e a contrarréplica que outra lectora manda a este blog, en vista da falta de libertade de expresión que, segundo para qué, campa na Voz de Galicia. Pica nas imaxes para amplialas
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Cartas ao director de La Voz de Galicia

En desacordo con Murado

Gustaríame terciar na polémica entre os señores M.A Murado e Enrique Sánchez e reflectida nas súas cartas dos días 13 e 18 de xaneiro. Este último corrixía ao xornalista a propósito das súas crónicas segundo as cales Israel non é un país democrático por prohibir a partidos árabes presentarse ás eleccións. E retrucáballe que se consideraba que Israel non era democrático porque ningún primeiro ministro fora ao cárcere, tería que meter no mesmo cesto ao Estado español porque nin Felipe González, nin Pujol, entre outros tampouco foran recluídos. O señor Murado modificaba a resposta do lector aludindo a ministros non a primeiros ministros, que é do que falaba Sánchez, e citaba ao ministro Barrionuevo. Na desproporcionada contestación de Murado -pois cualifica de longa a carta de Sánchez, aínda que a súa resposta ten 3.100 carácteres (como esta carta) fronte aos 2.100 do lector, e a pesar de que todos os días escribe na Voz o que lle place- faise o sueco cando o lector lle lembra que os partidos árabes poderán ou non participar nos comicios dependendo do que decida o T. Supremo (que xa decidiu que si poden presentarse) Tampouco lle importa que os árabes teñan máis dereitos en Israel que en calquera país árabe e/ou musulmán, nin que conten con deputados, xuíces, embaixadores ou ministros, algo que á inversa non existe neses países a favor dos xudeus. Di que no Estado español si é correcto impedir que Batasuna (ou ANV) concorran ás eleccións porque están implicados en actos de violencia. Que eu saiba non hai ningún deputado de ANV que estea incurso en delitos de terrorismo senón só en relación con banda armada. O mesmo que algúns –non todos- os partidos árabes que usan o Parlamento israelí para esixir a desaparición do Estado que os protexe e paga. Algo inaudito. Na parte final contéstalle ao lector: “No escribí que Israel no se enfrente nunca a ejércitos regulares sino casi nunca”. En honor á verdade debo dicir que no seu día lin nunca na crónica do señor Murado, pero iso importa pouco. O relevante é que o señor Murado trata de escamotear a contundente verdade de que esas guerritas de Líbano –por non falar de considerar guerra ao conflito de Gaza- pouco interese teñen á hora de contar a quen se tivo que enfrontar Israel desde o día en que naceu: a 6 exércitos regulares árabes no 48 e en guerras sucesivas (a dos 6 días e Yom Kippur) aos exércitos de Siria, Xordania e Exipto. No que fai aos “sucesos do 48” –asi chama Murado á guerra desatada polos árabes contra a máis importante resolución da ONU, e cuxa intención explícita era botar os xudeus ao mar- que o xornalista bote man de historiadores como Pappe, é coma se para coñecer a historia de Galiza nos fiamos da versión de Juan Canalejo. Por último, se nin sequera é quen de aceptar que o rei Hussein de Xordania expulsou aos palestinos liderados por Arafat, tras masacrar no tristemente célebre “setembro negro” a máis de 10.000 deles, segundo cifras da nada sospeitosa UNRWA, entón é que o señor Murado ten toda la razón e os equivocados somos os demais.
Un saúdo
Maribel Ferreiro Rodríguez
Vigo

domingo, 21 de diciembre de 2008

Honda (?): con dous collóns!


Anda rulando por internet un suposto spot de Honda –se non é vero, é ben trovato– que só podo reputalo de valente e valoroso. Dura 36 segundos (http://www.youtube.com/watch?v=QDSdWqQocMo), está en inglés, e reproduce un mitin do incendiario Hassan Nasrralah, visionario líder do Partido de Dios (Hezbollah) que, berrando como o animaliño que é, dilles textualmente aos centos de miles de borregos que ten como público: “Israel é o noso inimigo. É unha entidade ilegal e agresiva que non ten futuro entre nós”. Iracundo, ameazador e moi pagado do seu Alá, atrona cun “¡Morte a Israel!” que repiten os milleiros de amantes da Alianza das Civilizacións que militan nas ringleiras deste líder terrorista. O spot, que o que pretende é vender un modelo de automóbil eléctrico e a gasóleo, remata cos eslóganes “Menos combustible. Menos diñeiro para terrorismo. Cámbia a un carro híbrido”. A primeira mensaxe é un recado para que iste flamíxero incitador ao xenocidio deixe de botar leña ao lume. A segunda, que co seu coche gastaremos menos carburante. A terceira, que o terrorismo yihadista –o de Nasrralah entre outros– fornécese a base de petrodólares. E a cuarta, a modo de corolario, que si deixamos de depender do cru, cortaremos a vía de financiamento destes coitadiños pacifistas. Un spot algo iluso, pero xenial. E eu, que queren que lles diga, estou tan dacordo con Honda como cos ameazados Salman Rushdie e Flemming Rose, redactor xefe do periódico danés Jyllands-Posten, o das viñetas de Mahoma.


jueves, 12 de julio de 2007

El viaje de un periodista que ama la vida


El viaje de un periodista al país que ama la vida

TODO LO QUE NUNCA LE CONTARON SOBRE ISRAEL Y NI SIQUIERA PODIA IMAGINAR
Me bajo en el aeropuerto Ben Gurión de Tel Aviv con el secreto propósito de contrastar a pie de obra todo lo que los medios de comunicación me habían contado en los últimos 30 años sin que jamás hubiera tenido ocasión, ni por misericordia, de saber qué pensaban los demonizados judíos. Naturalmente, uno que también tiene sus hobbies, ya lleva más de un quinquenio bebiendo fuera de la versiones oficiales dictadas por el pensamiento único en la materia. Diez días después de mi aterrizaje supe que no estaba equivocado: Uno sigue siendo tan pro-palestino como siempre y, consiguientemente, no queda otra que desenmascarar y denunciar a quienes han llevado a la miseria y a la muerte a su pueblo. Lamentaré defraudar a alguno, pero los responsables máximos –aunque no únicos- de lo que le pasa a los palestinos no son otros que sus dirigentes, más empeñados en destruir al otro que en crear, en sumar o en educar para la paz a sus hijos en lugar de usarlos como escudos humanos o mandarlos a la muerte en forma de suicidas asesinos, ávidos de las 70 vírgenes con cuyo señuelo de posesión sexual los engañan.Mientras estoy en la habitación del Novotel, desde la que veo aquí al lado el cuartel y la bandera de Naciones Unidas en Jerusalem, la televisión local muestra como niños de 5 o 6 años corren enloquecidos hacia los refugios antiaéreos de Sderot nada más oir las sirenas que anuncian la caída, en apenas 15 segundos, de siete cohetes Kassam que finalmente causarán “sólo” doce heridos leves.

Cambio al canal internacional de TVE y lo que me cuentan es que los pérfidos israelíes han vuelto a asesinar (cuando las bajas son hebreos, la nomenclatura occidental dice que “murieron”) a milicianos (nunca dicen terroristas; sólo combatientes, luchadores, resistentes) y a pobres niños. Esos niños, que los dirigentes palestinos usan de carne de cañón, 34 de los cuales están en cárceles de Israel por intentar atentar contra judíos portando un cinturón de explosivos…La versión que nunca nos cuentan

Uno que es periodista, incluso de vacaciones, prueba a contrastar la noticia con fuentes israelíes y la versión es bien distinta. Los terroristas hostigan desde diferentes emplazamientos a la población civil israelí lanzando misiles desde edificios habitados, mezquitas, escuelas o desde donde mayor repercusión mediática consigan. En esta ocasión Israel ha puesto a prueba un nuevo sistema de radar móvil que, situado en el extremo de una mira telescópica de considerable altura, ha detectado el origen de los disparos y ha servido dicha información en décimas de segundo al helicóptero “Apache” que sobrevuela la zona. Así que esta vez han pillado a los desalmados terroristas que nunca tienen escrúpulos en utilizar a niños y mujeres como escudos humanos, sin que eso preocupe lo más mínimo a UNICEF o Amnistía Internacional. Poco después me llama un amigo argentino de Jerusalem y me dice que vea la TV israelí. Básicamente cuentan lo mismo que les acabo de relatar. Con todo, las bombas que los terroristas disparan desde Gaza nos quedan muy lejos. En el resto del país se respira calma, actividad y mucha vida. El único incidente que nos llama la atención es que en la explanada del Monte del Templo –“de las Mezquitas” para los musulmanes- un guardián de la fe islamista se lanza como una fiera contra una pareja que acaba de osar cogerse de la mano y besarse imperceptiblemente. La intolerancia incluso al aire libre.

Mientras tanto, chicas y chicos jovencísimos, con uniformes caqui confraternizan por las calles jerosolimitanas con los turistas que lo desean; prestan sus gorros y sus armas descargadas para la foto; posan con nuestra bandera de Galicia y llevan con alegría y patriotismo eso de tener que servir tres años en el ejército (24 meses las mujeres) y un mes más cada año de sus vidas, hasta los 55 (50 años para ellas). Están orgullosos de poder garantizar con su sacrificio que no habrá más Masadas, esa fortaleza que también visitamos antes de bañarnos en el Dead Sea, situada a 450 metros sobre el nivel de ese Mar Muerto que, a su vez es el punto más bajo del planeta a 400 m. bajo a línea de flotación del Mediterráneo.

El espía y los eucaliptos

Tal vez algunos de estos jóvenes soldados tuvieron que pelear el verano del 2006 contra los terroristas de Hezbollah, los mismos que, además de causar la muerte entre la población civil israelí, destruyeron, en 33 días, un millón de árboles. Menos mal que el Keren Kayemeth LeIsrael ha plantado desde 1901 no menos
de 200 millones de árboles, cifra a la que habría que sumar el modesto ejemplar que un servidor plantó en agosto pasado con sus propias manos. Aunque en cuestión de árboles no me resisto a contar la historia del espía judío Ellie Cohen quien, tras infiltrarse en el ejército sirio los convenció de que los soldados que estaban destacados en el Golán estaban soportando unas condiciones de vida inhumanas en medio de aquel desierto, en tiendas de campaña y sin una sola sombra.

Cohen persuadió al alto estado mayor sirio de que había que construir barracones ¡y plantar eucaliptos! Años después, cuando estalló la guerra de los seis dias, los cazas hebreos solo tuvieron que bombardear las zonas del Golán donde había eucaliptos, para eliminar al enemigo y hacerse con el control de la zona desde la que a diario se disparaba sobre los kibbutz. El libro “Nuestro hombre en Damasco” lo cuenta con pelos y señales, incluido el desenlace de Ellie Cohen ahorcado en la plaza central de la capital siria.Desmontando mitos e iconos

Fuimos a Israel llenos de prejuicios y de falsos iconos. A varias generaciones de europeos nos han criado con el icono del niño palestino tirándole piedras al todopoderoso tanque israelí, con el icono del nuevo muro de la vergüenza, con el icono de la miseria y de los campos de refugiados, con el icono romántico del mártir suicida… Al final resultó que los pobres niños palestinos, cuyos salvajes padres o los cobardes dirigentes terroristas de este desgraciado pueblo los envían a la muerte, han matado a pedradas –bueno, no los mataron, los judíos se murieron- a 1.200 israelíess, el 90% civiles, “mientras que el segundo mejor ejército del mundo –ironiza el politólogo de Oriente Medio Daniel Maoz- sólo ha podido eliminar a 4.000 palestinos (el 90% activistas), cifra que, por lo demás ha valido para que desde Europa, premios Nobel como Saramago compararan Palestina con Auschwitz…”. Precisamente sobre la banalización del Holocausto al estilo Saramago, algo tan en boga en la actualidad, Perla Hazan directora de la sección Iberoamericana del demoledor Yad Vashem (Museo de la Shoá) de Jerusalém que también recorrimos, nos manifestó su deseo de que Occidente trabaje conjuntamente para transmitir el legado de no olvidar: “Recordando el pasado –dijo- seguro que seremos capaces de conseguir un futuro más humano”.

Sin duda el recuerdo de los seis millones de judíos masacrados por el nazismo, siguen pesando en la memoria colectiva del pueblo de Israel. Un pueblo que le regaló a la humanidad los diez mandamientos, esos preceptos con los que miles de millones de personas conducen su moral y sus vidas desde que hace 3.500 años unos pocos judíos siguieran las recomendaciones de M
oisés. Un pueblo que introdujo la libertad frente a la esclavitud y que instituyó un día de descanso a la semana. Un pueblo del que salieron Jesús, Marx, Einstein, Freud y la apabullante cantidad de 169 premios Nobel, frente a la ridícula cantidad de 7 laureados de los países musulmanes, quienes necesitarían 22.000 galardones de ese tipo para alcanzar la misma proporción que los judíos, en relación con su población en el mundo. “Naturalmente –bromea Perla Hazan- que el 0,2 % de la población del planeta haya conseguido el 20% de los Premios Nobel sólo puede ser producto de una conspiración…” Quizás Perla echó la cuenta de que si los musulmanes tuvieran un número de Nobeles proporcional a los 1.300 millones que son en el mundo, tendrían que ser 22.000 y no 7 como tienen hasta el momento.

Amor a la vida, culto a la muerte

Otro de los mitos, el de los niños arrojando piedras contra los “invencibles” Merkavá ha sido explotado hasta la saciedad, según explica el profesor Maoz quien advierte que lo que realmente mata son hombres y no piedras, y también niños que se ponen un cinturón de explosivos “para aniquilar a cuantos más judíos mejor, porque eso es lo que les enseñan en las escuelas. Por eso se suicidan –y lo han hecho en 180 ocasiones desde 1994-, no a favor de algo, pongamos la creación de un Estado, sino en contra de la existencia del otro. Eso sí, ningún líder de Hamás, Yihad Islámica, Fatah, OLP o Mártires de Al Aqsa han enviado a sus hijos al sacrificio”. Mientras admiro las fascinantes vidrieras de Marc Chagall en la sinagoga del universalmente conocido hospital Hadassah (una institución fundada en 1912), recuerdo la explicación que minutos antes dio su directora cuando aludió a que allí se atendía a todo el mundo, a víctimas y a verdugos, a terroristas y a inocentes. “Salvar una sola vida es salvar al mundo”, dijo convencida. Pero la vida tiene muy poco valor para quienes están dispuestos a cambiarla por gozar de 70 vírgenes en el paraíso.

Es así como nace el icono del suicida asesino, que en terminología occidental se convierte en un mártir romántico del que nos cuentan por la pequeña pantalla sus estudios, sus ilusiones y su doctrina sanguinaria, mientras nos hurtan la identidad de sus víctimas. Obviamente los israelíes con los que hablamos se rebelan contra el ninguneo de sus víctimas y defienden las acciones de su gobierno para evitar la sangría. En opinión del guía de turismo Ariel Seiferheld “es muy fácil criticar a los demás mientras te tomas un café en una terraza de Madrid; pero aquí, cuando te despides de tus hijos que se van al colegio o de tu mujer que se va al trabajo, no sabes si los vas a volver a ver. Menos mal que desde que construyeron la cerca de seguridad, los atentados se han reducido casi a cero”. De hecho, veo una grabación de Yihad Islámica-TV en la que su jefe militar Ramadhan Shelaj reconoce que “la construcción d
e la cerca (no usa el término muro) representa un obstáculo para la perpetración de operaciones suicidas”. Excuso decir que me harté de recorrer carreteras con cientos de kilómetros de valla y no de muro, a pesar de que los medios occidentales solo tienen sitio para exhibir impúdicamente unas tapias de hormigón que sólo ocupan el 5% del total de la valla, muros que, por otra parte, tiene perfecto derecho a erigir cualquier estado que se vea amenazado por el terrorismo, aunque solo sea porque sin estar amenazados más que por inmigrantes infelices y desarmados, por plagas, o por el contrabando, países como España, USA, Holanda, Marruecos, Irlanda del Norte, Chipre, Pakistán, India, Tailandia, Botswana, Kuwait… también los han construido y nadie les pide cuentas.

Del miedo, al ejemplo

Los derechos humanos no existen en los territorios que controlan Hamas o Al Fatah, pero a los europeos nos pareció que –a pesar de celebrarse sin libertades, ni derechos fundamentales, ni candidaturas de todas las tendencias; y a pesar de que no se considerarían válidas en ningún país occidental- las elecciones palestinas fueron democráticas. Así que a los israelíes, de derechas y de izquierdas, les llevan todos los demonios que nosotros, los europeos, los expedidores de los “auténticos certificados democráticos king size o extra luxury”, miremos con lupa todas sus acciones y pasemos por alto todos los abusos antidemocráticos de los dirigentes palestinos y que nos importe una higa que las mujeres palestinas vivan sojuzgadas mientras las cómicas españolas se iban a fotografiar con Arafat.

Pero no solo los israelíes.

Los palestinos con nacionalidad israelí como el comerciante Anuar S. o el taxista Ahmed J. nos dicen con la boca pequeña (y por separado) que ellos lo q
ue quieren es que acabe la violencia, y que si participan en movilizaciones o actos de la intifada es porque si no serán represaliados por los islamistas. “Queremos trabajar y mejorar, y que nuestros hijos tengan futuro”, dice Anuar, que bien podría ser habitante de Nazareth, donde árabes y judíos coexisten desde 1948. O de la laureada Neve Shalom (Oasis de Paz), una villa cooperativista, situada entre Jerusalem y Tel Aviv que visitamos para comprobar la ejemplar convivencia entre 50 familias, la mitad judíos y la otra palestinos, y de la que se han hecho lenguas desde Hillary Clinton al líder palestino Faissal al-Husseini, pasando por el premio Nobel Elie Wiesel o el escritor marroquí Taher Ben Jalun.

Manipular a los refugiados

Como ejemplar fue que durante las décadas de los 70, 80 y 90 ingresaran cada día en Israel 150.000 palestinos para trabajar. Naturalmente, Europa siempre exigió que Israel empleara mano de obra palestina, pero nunca pidió lo mismo de Jordania y Egipto, países igualmente limítrofes con los palestinos de quienes son hermanos de sangre y de religión. Eso sí, si les daban trabajo se criticaba a los judíos por tener colapsados en las colas fronterizas a los pobres palestinos, pero si no se lo daban, entonces Israel era un país sin entrañas.Vinimos, en fin, con el mito de los campos de refugiados entre ceja y ceja. Tanto leerlo en los medios escritos y oirlo (que no verlo) por TV todos los días, nos habíamos imaginado una Palestina llena de lugares descampados con tiendas de campaña, calles de tierra, niños hacinados, sin agua, sin luz, sin nada... Y resulta que no es así. “El problema de los refugiados –asegura el escritor y profesor de la Universidad Hebrea, Gustavo D. Perednik- no fue creado por Israel sino por los paises árabes que invadieron nuestro país en 1948 e invitaron a los árabes que vivían entre nosotros a que abandonaran sus hogares. Luego perdieron la guerra pero fueron Egipto y Jordania quienes se “ocuparon” de sus hermanos refugiados hasta que se cansaron de ellos y, tras la guerra del 67, Israel se tuvo que encargar de la administración de esos territorios conquistados en una guerra defensiva. Desde el 67 y el 94 Israel construyó viviendas, hospitales, escuelas y siete universidades en Gaza y Cisjordania. Desde que Israel se retiró de Gaza, lo que haya ocurrido allí es responsabilidad de la ANP y de Hamás. Lo cual no impide, aunque la prensa de ustedes no lo cuente, que a pesar de que nos ataquen desde Gaza con Kassam, no hayamos dejado de suministrarles cada semana toneladas de alimentos y medicamentos.

De Cisjordania no le diré más que su nivel de vida es superior al de Egipto, Siria, Irak o Jordania”. Sobre el particular, Daniel Maoz t
iene cosas que añadir: “Incluso desde 1994 Israel les sigue proporcionando luz, agua y gas a pesar de que sus propios dirigentes se empeñan en mantener a su gente en la pobreza. Aunque, eso sí, la miseria no es tanta que tengan que vivir en tiendas de campaña, a pesar de que prefieran dilapidar en armas y explosivos el dinero que Europa les regala”. A los israelíes no les queda otra que hacer el mismo gasto pero con cargo a sus bolsillos y para defenderse de quienes quieren, pero no pueden, borrarlos de la faz de a tierra. Si España dispone de 7.000 millones de dólares para Defensa, Israel gasta 60 billones (el 16% del presupuesto) para atender las necesidades de un territorio 25 veces menor y una población 6 veces menos numerosa.Un pequeño pero pujante PaísIsrael, con sus 20.000 km. cuadrados es como Galicia sin la provincia de Lugo.

En 2006 su PIB era de 170.000 millones de dólares y su renta per cápita de 27.000, más o menos como en España. Sin petróleo, después de que devolvieran el Sinaí con todas sus reservas de crudo a Egipto a cambio del tratado de paz; sin recursos naturales -¡ah sí!, su gran recurso es que el 65% del país es el desierto de Negev- y con un territorio tan exiguo, Israel es el segundo país del mundo con más empresas cotizando en el Nasdaq (Bolsa de Nueva York).Su potencial, y su exportación –en los últimos 20 años sextuplicó sus ventas al exterior-, están en las industrias biomédica, óptica y farmacéutica, los equipamientos electrónicos e informáticos, el armamento y el pulido de diamantes. Giramos, en fin, visita a la incubadora de empresas de Tefen, uno de los 4 grandes parques industriales del país, y no salimos de nuestro asombro al comprobar cómo y por qué este pequeño gran país funciona tan ejemplarmente desde el prisma empresarial.